"Casa del Rector es un espacio para honrar el privilegio de los sentidos"

El inmueble donde se encuentra Casa del Rector es uno de los más antiguos de Guanajuato y, sin duda, la fachada más hermosa de la calle Positos gracias a su diseño neoclásico, característico de la época virreinal.

Se trata de una casona que data del siglo XIX; ahí habitó el general Florencio Antillón —tío del célebre escritor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia—, quien colaboró con Ignacio Zaragoza en la Batalla de Puebla.

En el lugar también vivió el coronel Joaquín Obregón González, primer gobernador oficial de Guanajuato; de hecho, el hotel aún conserva las iniciales del general en algunas herrerías.

Además, fue el hogar, durante cerca de 50 años, de Armando Olivares Carillo, fundador y primer rector de la Universidad de Guanajuato, de ahí el nombre de Casa del Rector.

Algunos espacios del hotel llevan el nombre de rectores de dicha casa de estudios; tal es el caso del patio Marcelino Mangas, primer rector del entonces Colegio de la Purísima Concepción (antecedente de la Universidad de Guanajuato). En el Café 33 —al interior del hotel— existe la placa Don Eugenio, en honor a Don Eugenio Trueba Olivales, y uno de los salones lleva por nombre Armando Olivares Carillo.

Luego de un largo periodo de abandono, en el que la casa sufrió un deterioro considerable, se inició un proceso de restauración intensiva, de cerca de nueve años, que hoy se traduce en la inigualable Casa del Rector.

¿Sabías que?

La calle de Pósitos era el lugar donde se formaban los guanajuatenses de principios del siglo XIX para guardar los alimentos en este inmueble histórico.